Ahora sí es oficial. Tras meses de rumores y varios adelantos por parte de Samsung, la compañía ha presentado el nuevo Galaxy Z TriFold, su primer smartphone triple plegable con dos bisagras, capaz de transformarse de un móvil compacto con pantalla de 6,5 pulgadas a una tablet de 10 pulgadas en cuestión de segundos.
El Galaxy Z TriFold se estrenará primero en Corea del Sur a partir de diciembre y posteriormente se comercializará en otros mercados internacionales durante el primer trimestre del próximo año. Aunque todavía no se ha revelado su precio oficial, todo apunta a que ocupará un rango premium-alto, como suele ocurrir con los plegables más avanzados del mercado.
Samsung lleva el plegado al siguiente nivel: dos bisagras, una sola idea
Samsung ha sido pionera en este segmento desde el lanzamiento del primer Galaxy Fold en 2019. Ahora, seis años después, la compañía apuesta por una nueva evolución con un dispositivo plegable de dos articulaciones, una propuesta que se aleja del clásico formato “libro” para explotar un concepto más cercano al de un tríptico. Si bien no se trata del primer triple plegable del mundo —ese mérito lo tiene Huawei con su Mate XT—, Samsung optó por una solución de diseño diferente: sus dos paneles se pliegan hacia adentro, superpuestos uno sobre otro, ofreciendo mayor protección al panel interno y un acabado más compacto al cerrar el dispositivo por completo.

Cuando está completamente desplegado, el Galaxy Z TriFold ofrece una gigantesca pantalla de 10 pulgadas, con resolución 2160 x 1584 píxeles, 120 Hz de tasa de refresco y un brillo máximo de 1.600 nits. En la práctica, esto significa que en la palma de la mano llevas una tablet de tamaño estándar capaz de ejecutar varias apps simultáneamente, reproducir contenido en gran formato o funcionar como estación portátil para productividad y trabajo remoto. Lo más llamativo es que, a pesar de su diseño tan ambicioso, Samsung logró mantener un grosor sorprendentemente reducido: entre 3,9 y 4,2 mm dependiendo del segmento del panel, una cifra que lo sitúa entre los dispositivos más delgados de su categoría.
En peso, el Galaxy Z TriFold alcanza los 309 gramos, convirtiéndose en el dispositivo móvil más pesado lanzado por Samsung hasta la fecha. Sin embargo, considerando que integra tres secciones plegables y una pantalla de dimensiones prácticamente tablet, es un compromiso lógico que seguramente muchos consumidores aceptarán si la experiencia multitarea responde a lo esperado.
Pantallas, cámaras y potencia al nivel de un flagship
Con el teléfono cerrado, la interacción principal ocurre en su pantalla exterior de 6,5 pulgadas, que mantiene la calidad de una gamma alta: resolución Full HD+, 120 Hz y un brillo máximo de 2.600 nits, lo que promete buena visibilidad incluso bajo luz solar directa. En este modo, el TriFold funciona muy similar a un Galaxy Z Fold tradicional, tanto en dimensiones como en la experiencia general de uso. De hecho, las similitudes se extienden también al hardware fotográfico.

La cámara principal consta de un sistema triple conformado por un sensor principal de 200 MP, un teleobjetivo de 10 MP con zoom óptico 3x y un ultra gran angular de 12 MP para capturas más amplias. A esto se suman dos cámaras frontales —una interna y otra externa— ambas con 10 MP, pensadas para videollamadas y selfies independientemente de si el dispositivo está abierto o plegado.
En el apartado interno, el Galaxy Z TriFold se alimenta del nuevo procesador Snapdragon 8 Elite, el mismo que impulsa a la línea Galaxy S25, lo que garantiza potencia de sobra para multitarea, edición y juegos exigentes. Acompaña 16 GB de RAM y opciones de almacenamiento que llegan hasta 1 TB, junto con una batería de 5.600 mAh con carga rápida de 45W, capacidad adecuada para mover un panel de 10 pulgadas sin comprometer la autonomía.
Samsung ya había adelantado la existencia de este concepto durante la presentación de los Galaxy S25, y ahora, casi un año después, el Galaxy Z TriFold es una realidad. Su debut comercial será el 12 de diciembre en Corea del Sur, y posteriormente llegará a Estados Unidos y varios mercados globales en 2026. El precio es todavía un misterio, pero tomando en cuenta que los plegables tradicionales rondan los 2.000 euros, todo indica que estaremos frente a uno de los móviles más costosos del catálogo Samsung.
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