Todos sabemos a día de hoy que la tendencia de los relojes inteligentes no acaba de cuajar del todo y ha caído enormemente en los últimos meses, pero si estás considerando comprar uno de ellos deberías tener en cuenta el Samsung Gear S3, sin duda alguna.
El Samsung Gear S3 es grande en tamaño, bastante grande, aunque para los que tengan la muñeca pequeña como yo tenéis que saber que en la caja también viene una correa talla S, es decir, más pequeña que la correa que viene puesta por defecto en el reloj.
En nuestro caso hemos probado el Gear S3 Classic, un smartwatch con varios puntos fuertes, al igual que su hermano, el Frontier. Para que nos aclaremos un poco vamos a diferenciar ambos modelos por su estilo. El modelo Classic, como su propio nombre indica, está inspirado en el diseño de un reloj de caballero clásico, ideal para los que tengan un estilo de vida más formal y empresarial. El modelo Frontier está más enfocado a un estilo más deportivo, ideal para la gente más casual pero que no quieren perder el toque de modernidad.
Uno de los principales fuertes del Gear S3 es el bisel rotatorio. En mi opinión este es el elemento que lo diferencia del resto de competidores ya que es algo que normalmente no se suele ver y que además nos permite movernos por toda la interfaz sin necesidad de ensuciar la pantalla táctil, aunque obviamente para acceder a las aplicaciones se necesita un toque con el dedo. Lo «malo» es que tiene cierto juego, que puede sentirse con un ligero toque, y produce una pequeña holgura.
Respecto a la pantalla hay que decir que tiene una reproducción de colores muy buena y una calidad de imagen brutal, además tiene unos buenos ángulos de visión y cuenta con protección Gorilla Glass, que evita pequeños arañazos involuntarios. La pantalla es una Super AMOLED de 1,3 pulgadas que alcanza una resolución de 360×360 píxeles. Por supuesto el brillo se puede regular manualmente aunque la regulación automática funciona bien. Sin duda, la pantalla es otro de los puntos fuertes ya que incluso en exteriores se ve sin problema alguno.
Otro punto a favor (y a la vez un poco malo) de la pantalla es reconoce automáticamente el gesto de la muñeca para encenderse. Ahora bien, y esta es la parte mala, de vez en cuando la pantalla se enciende accidentalmente incluso dependiendo de la posición en la que tengas la muñeca, por ejemplo, cuando te apoyas en el apoyabrazos de una butaca.
Además tenemos dos botones en el lateral derecho: uno sirve para volver atrás y el otro para entrar directamente en el menú donde hay todas las apps que tenemos en el reloj o volver directamente al modo reloj. Muy útiles para desplazarnos rápidamente y para cuando hagamos ejercicio.
Hasta aquí llega el análisis de la parte del reloj, ahora vamos a la parte inteligente, a hurgar en sus entrañas.
Datos técnicos rápidos: pantalla Super Amoled de 1,3 pulgadas, procesador Exynos 7270 de doble núcleo, 768 MB de RAM, 4 GB de almacenamiento interno (1,5 GB libres) y batería de 380 mAh. Cuenta con Bluetooth 4.2, WiFi, NFC, GPS y Glonass. Respecto a los sensores, tenemos acelerómetro, barómetro, giroscopio, sensor de frecuencia cardíaca y sensor de luz.
El Gear S3 es compatible con cualquier móvil con Android — yo por ejemplo lo he usado con un Sony Xperia Z5 — siempre y cuando cumpla dos requisitos: que funcione bajo Android 4.4 KitKat o superior y que, además, tenga 1,5 GB o más de RAM. Para los usuarios de iPhone, sí, también lo podéis usar con iOS ya que se le ha dado compatibilidad hace muy poco.
El emparejamiento es muy senzillo, basta con activar el bluetooth de nuestro móvil y bajarnos la aplicación Samsung Gear S, una vez hecho esto ya está todo listo para usarlo en tu día a día. Emparejarlos es obligatorio si queremos sincronizar las notificaciones, datos de aplicaciones, recibir e incluso realizar llamadas. En el caso de que no queramos emparejarlo, simplemente se limitarán muchas funciones.
Aunque el Gear S3 es compatible con iOS, su integración no es tan buena como en Android. La app Gear S, desde donde podemos configurar cualquier aspecto del reloj o ver nuestro registro de los datos, es algo mejor y más intuitiva en teléfonos Android que en los iPhone.
Entrando ya en profundo detalle, la experiencia que he tenido con el Samsung Gear S3 Classic ha sido muy buena, incluso hay pequeños detalles que me gustaría destacar. Por ejemplo, el punto naranja que aparece en el lado izquierdo de la esfera del reloj para informarnos de que tenemos notificaciones sin leer. Muy elegante y sobre todo, discreto poco invasiva y de gran utilidad.
Otro aspecto que me ha gustado mucho es que la batería se carga de forma inalámbrica colocando el reloj sobre una base de carga muy bien conseguida con un anclaje suave y cómodo y que gracias al LED veremos el estado de la carga. Respecto a la batería, tenemos casi 4 días de autonomía con una sola carga, aunque si somos exigentes esta autonomía baja hasta los 2 días aproximadamente.
Conclusión
Seré breve. El Samsung Gear S3 es probablemente el reloj inteligente más completo que hay ahora mismo en el mercado. ¿Entonces recomendarías la compra del Samsung Gear S3? Si tienes claro que quieres un smartwatch y no te importa que sea grande y tienes claro qué funciones del reloj vas a utilizar en el día a día, sí, no te lo pienses dos veces.
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Comprar | Gear S3 Classic ; Gear S3 Frontier
Nota: El Samsung Gear S3 Classic ha sido cedido amablemente por Samsung para la realización de este análisis.