La mayoría de los teléfonos de gama alta de este año ya cuentan con pantallas OLED, como el Google Pixel 2 XL, el Galaxy Note 8, el LG V30, el iPhone X y varios más. Sin embargo, las ventajas de esta tecnología sobre las clásicas IPS son notorias aunque también conllevan ciertas desventajas que podrían mermar la experiencia de uso.
En los últimos días se han escuchado algunas críticas relacionadas con la pantalla P-OLED del Pixel 2 XL diciendo que algunas presentan quemaduras y tonos azulados en algunos ángulos de visión, problemas que llegan a ser comunes con el paso del tiempo en este tipo de pantallas.
Obviamente el iPhone X no está exento de estos problemas así que Apple ha salido a explicar que los «ligeros cambios» de luz y saturación que se aprecian cuando revisamos la pantalla desde un ángulo son completamente normales.
Si se mira una pantalla OLED fuera de ángulo, es posible que se noten ligeros cambios de color y matiz. Esta es una característica de cualquier OLED y es un comportamiento normal.
Con el uso prolongado a largo plazo, las pantallas OLED también pueden mostrar ligeros cambios visuales. Este comportamiento también es esperado y puede incluir un efecto de “persistencia de imagen” o “pantalla quemada”, donde el display muestra una sombra débil de una imagen previa incluso después de que aparece una nueva imagen en la pantalla.
En otras palabras, es algo común y punto. No hay porque preocuparse.
Apple anima a los usuarios de un iPhone X a mantener actualizado iOS, activar el brillo automático, establecer tiempos de bloqueo bajos y, sobre todo, evitar imágenes estáticas durante largos periodos de tiempo.
Siguiendo esos consejos el iPhone X no debería mostrar problemas de retención de imagen y quemado con el transcurso del tiempo.
Vía | Apple